¿A QUÉ VINIMOS?
- coaching, mentorías, coach, propósito, misión, progreso
- 30 January, 2023
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¿Cuál es mi misión o propósito de vida? ¿para qué estoy aquí? ¿a qué vine? ¿realmente soy feliz? ¿Qué es la felicidad?, son algunas de las preguntas que de una u otra manera muchos seres humanos se han hecho en cualquier momento de su vida, motivados quizá por
circunstancias puntuales que han tenido que vivir y le hacen reflexionar sobre su ser y estar en este planeta. Lo he escuchado
con mucha frecuencia a lo largo de mi transitar y en algunos momentos también me lo pregunté, tratando de encontrar o evidenciar una razón de ser y estar, un propósito, un objetivo y de evaluar mi estado de felicidad desde un punto de vista mas profundo que la mera satisfacción momentánea por alcanzar metas, o disfrutar momentos.
El coaching, es una herramienta que puede apoyar los procesos de búsqueda que se tienen respecto a este tema en particular, partiendo de la tesis que vinimos a ser felices por nosotros mismos, gozarnos esta existencia y si lo hacemos a través de una vida con propósito, esa felicidad será mayor.
Vale acotar que PROPOSITO DE VIDA Y FELICIDAD no son materias que estén en el pensum académico de colegios, escuelas o universidades, por tal razón es producto de la búsqueda propia y personal de cada individuo, razón por la cual nos vemos obligados a iniciar ese recorrido de búsqueda por otros medios.
En términos simples se dice que el ser humano nace, crece, se reproduce y muere, como muchos otros seres vivos, debiendo agregar a esto claro está, que en esa etapa de crecimiento del ser humano, vienen temas puntuales como el desarrollo del pensamiento y la personalidad, la educación, la espiritualidad y muchos otros aspectos que puede elegir según su nivel de inquietud y deseo de mejoramiento.
Tod@s estamos en libertad de elegir esos caminos de desarrollo o no, cuando identificamos un estado permanente de secreta insatisfacción, pero que no nos atrevemos a expresar para que no nos tilden de locos o desadaptados: cómo va a decir que no es feliz si usted lo tiene todo?.
Para quienes elegimos ir mas allá, transitar el camino del cambio, la vida nos ofrece abundante información que seleccionamos a criterio propio a través de estudio, libros, maestros, sueños, meditaciones, etc., para tener una mirada mas amplia de nuestra existencia, saliéndonos un poco de la caja o de “la matrix” en que nos vamos involucrando desde que nacemos, obedeciendo las normas y parámetros sociales, culturales, religiosos, sistemas de creencias ancestrales, etc., que nos conducen por el camino de “estudie, trabaje, haga dinero, forme una familia, sea exitoso, jubílese” y cuando haya logrado todo eso, ahora sí dedíquese a lo que mas le gusta hacer, si la vida, el ánimo, la salud y los recursos se lo permiten.
En muchos casos se vive la vida que otros quieren (llámese padres, familia, jefes, amigos, pareja, el pastor, la iglesia, etc) dejando de vivir la propia, la que queremos, sin percatarnos que tenemos la posibilidad de elegir. Vemos matrimonios por conveniencia, profesionales en determinadas áreas porque “mis padres querían que estudiara eso” o “estudio lo que estudió mi papá y mi abuelo” o “estudio una carrera administrativa y financiera porque debo cuidar el patrimonio de la familia, aunque me hubiese gustado ser pintor”, olvidando su ser, su derecho a elegir.
Personas que recurren a prácticas perversas por conseguir una meta impuesta, un éxito que debe obtener a toda costa; matrimonios fracasados que se mantienen porque la iglesia, el qué dirán, la familia, los hijos, etc, validando la infelicidad per se, en dos seres que merecen darse la oportunidad de un amor auténtico y la felicidad total, exclusivamente por mantener el statu quo?. También vemos por ahí abogados, economistas o médicos manejando taxi, profundamente frustrados en su cotidianeidad, sobreviviendo sus lánguidos días, ignorando su propia luz.
Sin embargo, transitando el camino de la conducta aprendida y/o impuesta, algunos elegimos investigar o preguntarnos si realmente esa es la dirección que debemos tomar, si vinimos sólo a eso o hay otros propósitos, otras opciones, otras formas de vivir mas satisfactorias, que toquen nuestro ser, haciendo uso de todo nuestro potencial y amor por nosotros mismos y por los otros.
Imagino lo que describo anteriormente como si al momento en que salimos del útero de nuestra madre, en donde todo era paz, amor, confort y felicidad, nos comprometiéramos en una loca y desaforada carrera hacia “ser alguien en la vida” ( ésta es una frase muy usada por los padres -madre y padre- en esta parte del continente suramericano, para inferir que los hijos debemos seguir esa directriz de “estudie, trabaje, haga dinero, forme una familia, sea exitoso, jubílese”), lo que indicaría que si nos salimos de los parámetros establecidos fuésemos “nadie”.
Es allí, en ese instante de duda, de reflexión, de detención en el camino, que nos preguntamos: “en realidad a eso vine”?. Algunos logran parar en algún punto, antes de llegar al “jubílese”, para cuestionarse. A otros la propia vida los impele a esa reflexión luego de experiencias extremas de dolor, sufrimiento, pérdidas, enfermedades graves, quiebras, desaparición de seres queridos, etc. Otros, cuando se jubilan y se les acaba el libreto: Y ahora qué sigue?
En todos los casos está la oportunidad de buscar y encontrar el verdadero propósito, lo que realmente le apasiona, y aunque esa energía, intuición, emoción, siempre ha estado allí, el afán de llegar a la meta que nos impusieron no permite verla, sentirla, vivirla, experimentarla, gozarla. Y es que entre la jubilación y el último estadío de la existencia (la muerte), hay mucho camino por recorrer, vida que vivir, amores por descubrir, experiencias, aprendizajes, servicio que ofrecer, aventuras para experimentar con mas arrojo y menos miedo, múltiples oportunidades de seguir sorprendiéndonos de nosotros mismos. El reto está entonces en descubrir ese propósito de vida, eso que nos hace sentir útiles, felices, completos.
Parte del acondicionamiento incluye creer que somos felices, útiles y completos cuando conseguimos el carro, la casa, la beca, el éxito, el poder, el trabajo y la familia perfecta. De alguna manera esa vida también tiene un sentido, una razón de ser, de vivirla, retomando las ideas de Victor Frankl.
Además, toda experiencia, situación, vivencia, por nimia que sea, conlleva un aprendizaje. Se trata de ir un poco mas allá, de adentrarse en el SER y encontrar esa fuente de sabiduría, ese propósito que estamos conminados a cumplir.